Refugio oculto para estudiantes latinx
En una área escondida, detrás de la oficina número cuatro de la facultad, hay una sala llena de conversaciones, risas, y estudiantes que socializan junto al sofá y las sillas. Este es el Centro de Recursos Latinx más conocido como, “Nuestro Center”.
Pósters de colores brillantes y obras de arte decoran las paredes, mencionando algunos latinx, feminismos, LGBTQ+ y figuras políticas como Bell Hooks, Bamby Salcedo, David Josiah Lawson, Prudencia Ayala y Trayvon Martin. Otros carteles cubren la pared con frases como “Free Palestine,” “Abolish ICE & CBP,” “Everyone is welcome here,” “Protect ROE and Abortion Rights” y “AB60 Passed!”
Los estudiantes se reúnen a diario en el centro. Algunos de los estudiantes que se congregan en el centro forman parte de la asociación estudiantil, La F.U.E.R.Z.A, que significa Familia, Unidad, Educación, Resistencia en nuestra Zona Autónoma.
“F.U.E.R.Z.A se ha convertido en un grupo de amigos hasta el punto de que me siento cómodo con toda la gente de aquí. Es lo que obtienes del grupo, no un ambiente de trabajo, sino un grupo de amigos donde realmente puedes tener una plática intelectual sobre política”, comentó Omar Arellano González, un estudiante de 20 años de tercer año que se especializa en psicología y estudios chicanos/latinos en la Universidad Estatal de California en Long Beach (CSULB).
El centro ha atraído a muchas personas, desarrollando nuevas amistades y lazos al servir como un espacio seguro. Según Data USA, CSULB, tiene un 48,6% de matrícula hispana y latina, lo que significa que más de 18.932 estudiantes en 2022 que asisten a la universidad eran latinos.
Es una comunidad para sentirse seguro a pesar de estar lejos de casa.
“El centro significa mucho para mí. Tener un lugar donde quedarme; obviamente la Unión de Estudiantes Universitarios, USU (por sus siglas en inglés) no va a ser suficiente, ni la biblioteca”, dijo Daniel Schott, un estudiante de ingeniería mecánica de 19 años. “En muchos sitios te puedes sentir muy solo... muchos de los amigos que hago aquí, hablo con ellos a diario”.
En el centro hay una sala de ordenadores, un gabinete de bienestar, una biblioteca y una cocina. El centro está gestionado por la Oficina de Pertenencia e Inclusión, pero está totalmente abierto a todos los miembros de la comunidad latinx y su mantenimiento corre a cargo de La F.U.E.R.Z.A.
Aunque el centro existe desde 1968, ha pasado por muchos nombres, como “La Raza”, “United Mexican American Student Association”, “Nuestro Centro Latine Resource Center” y ahora es apodado como “Nuestro Center”.
Desde su fundación se encuentra en la oficina número 4 de la Facultad, el cual sería un lugar temporal, pero ahora es permanente. La sala de ordenadores de que dispone el centro está destinada a que los estudiantes hagan sus deberes e impriman sus trabajos.
Hay artículos gratuitos donados por los estudiantes, como libros verdes, scantrons, carpetas y cuadernos, así como un gabinete de bienestar que ofrece productos gratuitos para la menstruación y la salud sexual, mascarillas y pruebas COVID-19. También hay una biblioteca con libros de teóricos revolucionarios y una cocina llena de bocadillos, platos, utensilios, nevera, material artístico y pancartas.
La F.U.E.R.Z.A y Nuestro Centro ayudan a los estudiantes a unirse a la comunidad, a luchar por la educación superior y por los movimientos sociales y los problemas que afectan a las personas latinx.
“Puedes entrar ahí y todo el mundo tiene un poco de conciencia cuando se trata de los Estados Unidos”, dijo González. “Nosotros como latinos, hispanos, chicanos/chicanas-cómo estamos representados, cómo nos hemos representado también en los Estados Unidos y cómo se nos da la opresión-no vamos a ser ajenos a ello; también podemos convertirnos en los opresores”.
El centro permanece abierto y da la bienvenida a todos como espacio para trabajar en proyectos, eventos, participar en actividades, tener conversaciones, formar amistades, risas y alegría. Como cita su cartel junto a la percha: “No importa de dónde seas, nos alegramos de que seas nuestro vecino”.
Editado por: Isabella Siqueira