El hogar es donde está la música
Leo Agira se para en la sala de su apartamento de Los Ángeles. Foto por: Isabella Siqueira.
Fusionando elementos del hardcore punk con los de la salsa y la cumbia, el afrocolombiano Leo Agira encontró identidad y comunidad a través de una mezcla única de sonidos.
Agira, de 27 años, es el vocalista de la banda de hardcore punk Basuko, de Los Ángeles. Compone y escribe letras para la banda, incorporando al mismo tiempo su identidad cultural.
“Es una banda muy rítmica de bajo, especialmente tomando líneas de bajo de cumbia y salsa, cosas con las que crecí. Por supuesto, no suena exactamente igual, pero está en el ritmo y en la forma en que está escrito el bajo”, explicó Agira. “Solo tienes que cambiar un poco las notas y hacer que suene un poco más oscuro y obtienes algo diferente”.
Aunque el punk ha sido dominado por músicos blancos, han habido grupos formados por personas de color o POC, segun sus letras en ingles. Un ejemplo, y una de las bandas que ha inspirado los proyectos de Agira, incluye a Bad Brains.
Según un reportaje de Maxwell Woods, profesor asistente de la Universidad Adolfo Ibáñez, Bad Brains, una banda de hardcore punk afroamericana formada en 1970, ha ayudado a “descolonizar” o deshacer la dominación que los músicos blancos han tenido en la escena punk.
Agira nació en Cali, Colombia en 1997. Se mudó a los Estados Unidos con sus padres a principios de la década de 2000 a Manassas, Virginia. Sin embargo, muchos tienen ideas erróneas sobre sus antecedentes personales.
“Estados Unidos ni siquiera obtuvo la mayor cantidad de esclavos en la trata de esclavos en el Atlántico Medio. Se suponía que había más negros al sur del ecuador que al norte, y esa es la verdad”, dijo Agira.
Acostumbrado a la cultura colombiana, Agira recuerda no haber encontrado mucha comunidad durante sus primeros años en los Estados Unidos.
“Ha habido momentos en los que me han cuestionado por mi ‘latinidad’ debido al color de mi piel, y otros en los que me han cuestionado por mi condición de negro debido a la forma en que crecí”, comentó Agira.
Un caso en particular ocurrió mientras Basuko estaba de gira la primavera pasada.
En un local de Seattle, Washington, Basuko se preparaba para tocar el último show de su gira, “¡Un Berraco Tour!” Listos para tocar para sus fans, la emoción fue interrumpida por dos comentarios racistas, uno del técnico de sonido y otro de un empleado que cuestiono a la novia de Agira por estar en una relación interracial.
Listos para regresar a casa y cancelar el concierto, Agira y sus compañeros vieron cómo el dueño del local despedía a los dos empleados que hicieron los comentarios. El propietario había rogado a la banda que se quedara y tocara como estaba previsto y así lo hicieron.
Como lo recuerda Maximus Foster, un local de Long Beach de 20 años, guitarrista de Basuko y amigo cercano de Agira, fue uno de los sets más agresivos que Agira había tocado.
Habiendo trabajado junto a Agira desde hace tiempo, Foster describe cómo los dos trabajaron bien desde el principio.
“Algo que aprecio de su forma de ser es lo motivado que es y lo en serio que se toma esto, porque significa mucho para él. Yo soy más o menos de la misma manera”, explicó Foster.
Una de las experiencias más memorables que Foster ha tenido tocando junto a Agira fue durante un show reciente en enero.
“La sala estaba llena de gente. Fue una locura. Cuando nos estábamos instalando. Toda la sala cantaba: ‘Basuko, Basuko, Basuko’ y no sé, fue increíble”, dijo Foster.
Agira luego realizó un espectáculo intenso y enérgico, según Foster.
Antes de involucrarse en la escena punk, Agira trabajó en el ejército como mecánico. Además de su origen cultural, este aspecto de su entorno personal le ayudó a vincularse con otros en la escena punk.
Nacido y criado en Compton, California, José Daniel Ramírez, de 21 años, amigo cercano de Agira, al que conoció en el ejército, describe cómo los dos se unieron de inmediato debido a su origen cultural, ambos siendo latinos y de la misma ocupación.
“En la escena del punk rock hay muchos prejuicios”, describió Ramírez. “Intentarán derribarte por tu origen étnico, pero conocer a Leo, un afrocolombiano, fue empoderante”.
Ramírez conoció inicialmente a Agira en línea después de verlo tocar.
“Es un apasionado de lo que hace”, dijo Ramírez. “No le quita nada a nadie”.
“Siento que la única forma en que la gente puede sentirse diferente es haciéndoles saber que existimos en esta capacidad, haciendo que su presencia sea conocida de alguna manera”, explicó Agira.
Según Agira, Basuko está trabajando en un EP y se puede esperar que presenten más shows esta primavera.
Traducido por Isabella Siqueira